El sueño es fundamental para el desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños. Sin embargo, muchas familias enfrentan dificultades a la hora de establecer una rutina efectiva para dormir. Despertares nocturnos, resistencia a ir a la cama o dificultades para conciliar el sueño son problemas comunes, pero afortunadamente, con los pasos adecuados, es posible mejorar el sueño infantil y construir hábitos saludables que perduren en el tiempo.
En este artículo te compartimos consejos prácticos y respaldados por especialistas para lograr un descanso reparador en los más pequeños y facilitar una rutina nocturna exitosa.
¿Por qué es tan importante el sueño en los niños?
Dormir bien no solo ayuda a que los niños estén menos irritables o cansados durante el día, también es crucial para:
- El desarrollo del cerebro
- La consolidación de la memoria
- El crecimiento físico
- La regulación emocional
- El fortalecimiento del sistema inmune
- Los niños que duermen lo suficiente muestran mejor desempeño académico, mayor regulación emocional y una actitud más positiva en su entorno familiar y escolar.
¿Cuántas horas debe dormir un niño?
Las necesidades de sueño varían según la edad. Según la Academia Americana de Medicina del Sueño:
- Bebés (4-12 meses): 12-16 horas (incluyendo siestas)
- Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas
- Preescolares (3-5 años): 10-13 horas
- Escolares (6-12 años): 9-12 horas
Tener un horario regular y una rutina consistente ayuda al cuerpo del niño a prepararse naturalmente para dormir.
Consejos para mejorar el sueño infantil

A continuación, te dejamos estrategias concretas para mejorar el sueño de tu hijo y fomentar hábitos saludables desde casa.
1. Establece una rutina nocturna constante
Crear una rutina predecible y calmada antes de dormir ayuda al cerebro del niño a entender que es momento de descansar. Esta rutina debe repetirse todos los días en el mismo orden.
Ejemplo de rutina:
- Baño tibio
- Cena ligera
- Cuento o lectura en voz alta
- Apagar luces y dormir
- Evita actividades estimulantes como pantallas o juegos activos al menos una hora antes de dormir.
2. Crea un ambiente adecuado para dormir
El entorno influye directamente en la calidad del sueño. Asegúrate de que la habitación:
- Esté oscura o con una luz tenue
- Tenga una temperatura agradable
- Sea silenciosa o con ruido blanco suave
- Tenga una cama cómoda y libre de distracciones
- Evita dejar juguetes, tablets o televisión en el dormitorio durante la noche.
3. Mantén horarios regulares
Dormir y despertar a la misma hora todos los días (incluso los fines de semana) ayuda a regular el reloj biológico del niño. Esto facilita que el sueño llegue de manera natural y que los despertares nocturnos se reduzcan.
4. Limita la cafeína y azúcares en la tarde
Algunos alimentos pueden alterar el sueño, sobre todo si se consumen en las horas previas a acostarse. Evita ofrecer:
- Chocolate
- Refrescos o jugos con cafeína
- Golosinas
- Snacks ultraprocesados
- Opta por cenas ligeras y nutritivas que no sobrecarguen su digestión.
5. Responde con calma a los despertares nocturnos
Es normal que algunos niños se despierten durante la noche. Cuando esto ocurra:
- Mantén la calma
- Evita juegos o conversaciones largas
- Acompáñalo de forma breve si necesita seguridad
- Si el niño depende de estímulos como brazos, canciones o biberón para volver a dormir, es útil enseñar formas de autoconsuelo de manera progresiva.
6. Habla con tu hijo sobre el sueño
Si tiene miedo a la oscuridad o pesadillas, valida sus emociones y ofrécele recursos como:
- Una lamparita tenue
- Un peluche de compañía
- Juegos simbólicos durante el día para procesar sus temores
- Los niños entienden más de lo que parece, y hablar sobre lo que sienten les brinda seguridad.
Establecer una rutina de sueño es un acto de amor y cuidado. Mejorar el sueño infantil no es algo que sucede de la noche a la mañana, pero con constancia, paciencia y cariño, es posible lograr grandes avances. Recuerda que cada niño es único y necesita tiempos diferentes para adaptarse.
Crear una rutina efectiva no solo favorece su descanso, también fortalece el vínculo entre padres e hijos, y contribuye a una infancia más equilibrada y feliz. En APDE La Villa, valoramos el bienestar integral de los niños. Sabemos que el descanso adecuado es clave para un aprendizaje pleno. Por eso, en APDE La Villa, acompañamos a las familias con información, orientación y prácticas que fortalecen el desarrollo saludable de cada niño, dentro y fuera del aula.